¿LO IDEAL O LO FUNCIONAL?
glorifican su gran desempeño en el deporte y ella no se puede sentir más plena, realmente está en
su mejor momento. Va al colegio en la mañana y alrededor de las 2 de la tarde se dirige
rápidamente al centro deportivo para empezar con sus prácticas hasta las 7 de la noche, completa
casi 5 horas de actividad intensa. El domingo es su día libre y aunque prefería ir al cine, su familia
organiza un día de camping. Llegan al Simón Bolívar en bicicleta desde muy temprano, organizan
los snacks para merendar y cuando va llegando la tarde funcionarios del parque pasan con
megáfonos para avisar que se realizará un torneo de voleibol y que la inscripción es gratis,
además, quienes ganen tendrán una membresía para realizar las actividades pagas del lugar. La
familia de María se emociona mucho pues dentro de esas actividades se encuentra el kayak y es
un deporte desconocido para ellos, así que no ven mejor oportunidad para iniciar con un nuevo
hobby.
Cuando se acercan a los funcionaros para llenar la planilla ellos les comentan que el único
requisito para participar es tener un rango de edad de 15 a 18 años, aunque aquí todo termina
para sus padres ellos confían en que su pequeña de 1.60 de alto. María sabe las reglas básicas del
deporte y aunque no es su fuerte se anima para estar en el equipo. A la 1 es el partido y para su
sorpresa está en el primer equipo que participa, antes de empezar se reúnen para calentar y para
su alivio se da cuenta que está con niñas que juegan muy bien, planean como se van a organizar
en el campo y ella es el número 6. Es la hora acordada y alrededor suyo hay muchas personas, esto
le da alientos pues al contrario de otros tener público le ayuda a inspirarse y dar todo de sí. Van 20
minutos de juego, todo transcurre tan rápido que ahora es su turno de realizar el saque, debido al
gesto del tenis para golpear con la raqueta María cuenta con la fuerza necesaria para sacar por
arriba, toma distancia, tira la pelota al aire y cuando está a punto de realizar el saque su brazo no
llega al punto que ella estaba esperando, además truena durísimo y siente gran tensión en la
espalda, se pierde el punto pero aún más importante María se siente insegura de seguir en el
juego pues era algo que anteriormente no había pasado. Lastimosamente el partido no termina a
su favor, su familia la consuela, pero al comentarles lo que había pasado ellos deciden llevarla
inmediatamente al fisioterapeuta del equipo donde se encuentra María, pues temen que esto
pueda repercutir en su desempeño.
Fue un día entero el que María tuvo que esperar para poder asistir a la sesión, tiempo en el que
prefirió no realizar movimientos de más. Al llegar a la consulta y tras escuchar lo que había
acontecido esta preocupación el fisioterapeuta decide realizar pruebas de goniometría, para
analizar los rangos de movimiento de María pues por su edad no debería presentar mayores
problemas articulares. La ubica en una camilla de posición dorsal y al realizarle una flexión pasiva
de hombro se da cuenta que su rango llega hasta 170 grados, allí es cuando hace sentido todo. El
fisioterapeuta le explica a María que debido al deporte que practica su rango de movimiento es
menor porque no requiere llegar a un gesto tan amplio como lo es el saque de voleibol y que esto
no implica ninguna anormalidad. Sin embargo, decide iniciar con ella un plan de ejercicios para la
tensión que ella mencionó en su espalda, debido a que este puede ser un factor influyente y para
finalizar le recomendó jamás sustituir el movimiento pues esto traerá más complicaciones que
soluciones a su vida.
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